Las
carnitas son otro tema, señores. Casi al igual que los tacos hay una infinidad de
lugares donde se pueden comer en México y por en ende en San Luis Potosí, pero
pocas merecen reconocimiento; en el tiempo en que viví en San Luis de la Paz,
Guanajuato pude darme cuenta de ello, proliferan los espacios pero casi ninguno
será recordado, de ahí sólo unas del mercado y otras especialmente hechas, creo
que hacia Camargo, pero esa será una historia que ya le contaré más adelante,
ahora nos ocupan las potosinas Carnitas El Prieto.
Hacia
el suroeste de la ciudad, en plena Avenida Himno Nacional encontramos una
construcción austera, antes de palma y ahora con techo de lonas de la
cervecería Cuauhtémoc que ya no se trasminan con el agua como hasta hace unos
años en que cuando llovía uno tenía que cuidar el plato de las goteras y al
final cruzar casi nadando la avenida. Llegué ahí gracias a mi amigo Cristian,
con quien efectuaba competencias cuasi-olímpicas en las que dada cierta
cantidad de platillos teníamos que caminar hasta la Glorieta Revolución y de
regreso para el siguiente plato.
No
van a encontrar ahí las carnitas jugosas que alientan a detenerse casi en cada
esquina los domingos, sino una preparación de las mismas prácticamente en seco
que diferencian el sabor de todo lo que puedan encontrar en kilómetros. Su
sabor por tanto es especial y lo más recomendable es aquello que los poco
experimentados rechazan pero los tragones intrépidos alabamos como el hígado,
en su punto y carnoso, el buche, cuero, nana y oreja que nada le tienen que envidiar a la maciza y costilla, que es
lo que regularmente la gente pide.
La
carta es variada, hay gorditas migadas –qué han alabado gourmets como los queridos Salvador Mediola y la Chorcha
Chilis Wilis- patitas y cuero en vinagre, quesadillas de sesos y diversos
platillos especiales para el fin de semana incluyendo barbacoa de res y de
carnero, un atrevimiento del que salen bien librados. El único pero serían las
salsas, que hacen 90% cebolla y el resto de otros ingredientes para disgusto de
muchos comensales (yo soy fan de la cebolla pero esto es exagerar) de ahí en
fuera todo es deleitable aunque a veces se tarden en servir por la
insuficiencia de personal.
Mención
aparte merecen las bebidas. Es uno de los pocos lugares donde se puede tomar
una Carta Blanca en San Luis pero cuenta con todas las variedades de la
Cuauhtémoc y Grupo Modelo además de Jarritos, refrescos varios y regulares
micheladas. El sitio primordial se lo lleva el mezcal, cortesía de la casa para
mayores señas. De una pequeña barrica que se instala a la entrada los fines de
semana –en el inter hay qué pedirlo- sale un delicioso Pendencia de Zacatecas,
mezcal de agave Salviana, el mismo que se usa para elaborar pulque y que es de
los pocos mezcales verdaderos que se producen en la región, tequilera por
producción pero que no puede llamarse así por la Denominación de Orígen que
posee Jalisco; les puede tocar joven, que es mi favorito o reposado y ninguno
de ellos tiene nada que pedirle a otras zonas. Si le caen bien al Prieto, amo y señor del lugar, un
moreno bigotón amable a más no poder pero celoso de sus secretos, les puede
vender un litro muy barato para que apantallen a sus invitados o hagan unas
tunas y naranjas al mezcal, recetas que ya les pasaré para que sean anfitriones
recordados.
Los
precios son sumamente accesibles, con doscientos pesos salen perfectamente
satisfechos con acompañante y con ganas de volver al lugar. Y van a regresar,
lo aseguro.
Carnitas
el Prieto se ubica, como decía antes, en Av. Himno Nacional, entre Mariano
Jiménez y Benigno Arriaga, en San Luis Potosí, SLP