A fin de cuentas, abrir un blog es un asunto
personal y este no es excepción, el único propósito es hablar de las cosas que
me gustan en torno a la gula, mi segundo pecado capital favorito, sin mayores
honduras, platicarles por si la vida los lleva por esos rumbos e igual dicen “ah
mira, este es el lugar del que hablaba el Otto” y se meten a probar. O bien
encuentran que alguna de mis recetas no es tan dañina y se las permite la
rigurosa dieta que imponen estos anoréxicos tiempos. El asunto es ver si les
gusta y compartimos la vida sibarita y sin culpas.
Y empiezo con una receta propia.
Costillitas
Otto
½ kg de costilla de cerdo con grasa
Sal de mar
Pimienta negra entera
Romero
Laurel
Mermelada de chile al tequila
Albahaca
Salsa de soya
Aceite de ajonjolí
Lechuga orejona
Esta receta se me ocurrió uno de esos domingos
en que uno busca combatir el tedio propio del día con alguna actividad que no
requiera convertirse en chalán de sí mismo sino apapacharse cual debe. Lo malo
es que el refrigerador presentaba pocas opciones, una lechuga, un paquete de
costillita, mayonesa, mostaza y una frasco de mermelada que Marce me había traído
en un viaje queretano que hizo con Frida, Sergio y Saúl; hasta entonces no me
había decidido si usar esa mermelada de chile al tequila en una concha o en una
torta. Pero resulta que a veces la indecisión es la madre de la creación, así
que me puse a experimentar siguiendo estos pasos:
Se pone
a cocer la carne entera en suficiente agua con unos 3 o 5 granos de pimienta
negra –según el tamaño-, 3 ramitas de romero y 4 hojas de laurel (o al gusto,
las cantidades están ajustadas al mío), sazonar con una pizca de sal de mar.
Una vez cocida la carne, partirla en trozos
pequeños y ponerla a dorar en el aceite de ajonjolí caliente, ahí mismo
desmenuzar una pizca generosa de albahaca y sazonar con la salsa de soya,
pimienta molida, un poco de sal y añadir tres cucharadas grandes de mermelada
al tequila (la distribuye alguien llamado De Antaño Azucarillos y se consiguen
en Querétaro, su sitio web está en la luna, así que si no la encuentran, aquí les paso una receta de mermelada casera, nada más usen tequila en lugar del
vinagre). Si es necesario se rectifican los ingredientes, digo, no todo sale a
la primera.
Se sirve sobre una cama de hojas de lechuga
orejona y se acompaña con arroz al azafrán y una cerveza clara (u oscura, es la
que yo tenía en el refri, pues).
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